Lucía Bermúdez
La celulosa es un polímero formado de moléculas de glucosa muy abundante en el reino vegetal. La industria papelera es su principal demandante.




La producción de celulosa plantea importantes problemas medioambientales. La producción de papel de baja calidad como el de prensa necesita alto consumo energético y por eso contribuye al efecto invernadero. Pero el papel de más calidad necesita un tratamiento químico agresivo que utiliza mucha agua que se contamina con azufre y cloro. Los catalizadores han disminuido pero no eliminado la contaminación.

El principal problema de esta actividad es la deforestación. Los bosques impiden la desertización, son productos de O2 y sumideros de CO2, contribuyen a la humedad atmosférica y constituyen grandes ecosistemas.

Las consecuencias de la explotación forestal son terribles, en 50 años ha descendido a menos de la mitad, la superficie de selva tropical. Pero , además, hay que ofrecerles una alternativa económica a los países del Tercer Mundo si les prohibimos actividades económicas que causen deforestación.




2.1. PLANTACIONES FORESTALES.

Las plantaciones forestales como alternativa ecológica no llegan a solucionar el problema: son talados los árboles en cuanto maduran dejando de ser sumideros de CO2, desplazan poblaciones del Tercer Mundo que talan otras zonas para establecerse y reducen la biodiversidad al ser monocultivos. El protocolo de Kioto intenta regularlas.



Las empresas productoras de celulosa están abusando de plantaciones de rápido crecimiento: eucalipto y pino. El eucalipto crece rápidamente pero sus raíces arrebatan la humedad, empobrecen el suelo y segregan sustancias químicas que impiden crezcan otras especies.
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