Lucía Bermúdez

El ser humano, con el avance de la ciencia, ha sido capaz de transformar la naturaleza de tal manera que actualmente depende muchísimo de ella.

Un ejemplo significativo es la dependencia del petróleo, como combustible y como proveedor de materias primas derivadas (fármacos, polímeros). Si no se desarrollan alternativas habrá un colapso económico mundial.

Muchas necesidades que cubre el petróleo podrían realizar los productos como el biodiesel y el bioetanol, pero su impacto medioambiental sería muy grande.

El uso de nuevos materiales también tiene consecuencias políticas y sociales, gran parte de los conflictos de muchos países se deben  al petróleo.

África es un país cuya riqueza mineral ha dado lugar a una nueva forma de explotación, el neocolonialismo: las grandes multinacionales han mantenido la dependencia económica hacia Occidente y la inestabilidad política de estos países.





1.1. BASURA TECNOLÓGICA.


Desde el inicio de la era de la microelectrónica, sus residuos no han dejado de aumentar y crean un gran problema porque sus componentes son difíciles de separar y porque algunos son muy tóxicos: Plomo, PVC (dioxinas), Bromo, Bario, Cromo, Mercurio, Berilio y Cadmio.

Los ayuntamientos han dispuesto los puntos limpios para depositar basura tecnología pero sigue existiendo el problema de su costoso reciclado (menos del 20%). Lo que está ocurriendo es su exportación a países del Tercer Mundo, donde los reutilizan o los queman.

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