Lucía Bermúdez

El Servicio Geológico de EEUU estima que el Círculo Polar Ártico podría poseer el 13% del petróleo no descubierto.

El deshielo en el Ártico permite la industrialización progresiva y empresas y gobiernos se empiezan a pelear por los recursos naturales de la región a pesar de que, al ritmo actual de consumo de petróleo, abastecería al mundo durante sólo tres años.
Su temporada de perforación se limita a unos meses en verano, en tan corto tiempo un problema de derrame sería casi imposible de remediar y sus residuos tóxicos quedarían mucho tiempo retenidos en grandes bloques de hielo.


Las compañías petroleras afirman que pueden garantizar la seguridad de las perforaciones pero, si no responden de manera adecuada ante un derrame de aguas situadas cerca de grandes ciudades y con buenos recursos a su alcance, ¿quién va a confiar en su preparación para controlar un derrame en las condiciones extremas del Ártico?

El Ártico es el hogar de cuatro millones de personas, aves marinas y migratorias, 17 especies de ballenas, el 90% de la población de narvales, osos polares, zorros árticos y focas. El impacto de un derrame de petróleo sería largo y devastador para todas ellas.
0 Responses

Publicar un comentario