Lucía Bermúdez

Actualmente generamos gran cantidad de residuos sólidos urbanos debido a tres causas: nuevos materiales, exceso de embalaje y aumento del consumo (el más importante).


Aunque toda la basura fuese orgánica (biodegradable), y no es así, la naturaleza no podría absorberla.

Tradicionalmente la basura se trasladaba a un vertedero donde se acumulaba. Algunas crecían tanto que se producían avalanchas e incendios. El problema de estos vertederos es que la basura al descomponerse produce lixiviados, sustancias tóxicas disueltas en líquidos que llegan a los acuíferos) y gases como metano y CO2. Hay muchos en España.

Se intentan sustituir por vertederos controlados, grandes agujeros impermeables con arcillas compactadas y sistemas de desviación de los lixiviados y el metano.

La incineración puede ser una buena opción si las plantas incineradoras toman precauciones para evitar la difusión de los tóxicos de la combustión.

El futuro está  en disminuir la producción de residuos y en la producción de residuos y en reciclar los producidos. En nuestras ciudades tenemos los puntos limpios, recogida de residuos tecnológicos y contenedores selectivos. También hay contenedores para pilas descargadas y aceite de freír usado (puede usarse para fabricar jabones y biocombustible).




5.1. EL COMPOSTAJE DE LOS 

RESIDUOS ORGÁNICOS.


Los residuos orgánicos son actualmente menos del 50% de los residuos sólidos urbanos (RSU) y pueden ser compostados.

El compostaje es la descomposición de la materia orgánica en presencia de oxígeno a temperatura y humedad controladas. El compost es un excelente abono natural.

Pero no se puede garantizar que estén totalmente libres de metales pesados y sustancias tóxicas, por eso, es fundamental no arrojar pilas a la basura, sino a sus contenedores.

Las modernas plantas de compostaje poseen detectores de metales pesados, si superan los niveles permitidos desecharán el compuesto.





5.2. EL RECICLAJE DEL VIDRIO.

El vidrio es reciclable al 100% y es importante reciclarlo porque tarda miles de años en descomponerse y porque su fabricación a partir de material reciclado necesita menos consumo energético.

El proceso requiere su lavado, retirado de etiquetas y separación por colores. Después se convierte en polvo llamado calcín, que mezclado con arena, sosa y caliza son fundidos a 1500 ºC.





5.3. El RECICLAJE DE PAPEL Y CARTÓN.

Es sencillo: necesita lavado, eliminación de impurezas y separación. Después se muele y se mezcla con agua formándose una pulpa que se prensa y seca.

Pero el papel obtenido no posee la calidad del fabricado con materias primas originales: no es posible eliminar totalmente la tinta, por eso es más oscuro; además las fibras de celulosa se deterioran y hay que mezclarlo con parte de celulosa fresca.

Pero sus ventajas superan los inconvenientes: menos contaminación, menos consumo de energía y agua y, sobre todo, menor deforestación.





5.4. EL RECICLAJE DE PLÁSTICOS.

Los polímeros termoplásticos son fáciles de reciclar teóricamente: se trituran formándose la granza que son virutas. Gran parte de los plásticos que usamos son de este tipo. Principales: PEAD, PEBD, PP, PS, PET y PVC.

Los termoestables dan más problemas, necesitan disolventes y otros productos químicos.

Como la separación de plásticos es costosa, se está intentando producir en la industria de reciclaje la madera plástica, formada de plásticos de cualquier tipo con algo de madera y de metal.

La industria petroquímica está investigando en el reciclaje químico para intentar obtener de los plásticos usados, las materias primas del petróleo.





5.5. EL RECICLAJE DE METALES.



La minería requiere mucha inversión y mano de obra, se agotan, existen riesgos laborales, etc. Esto hace interesante su reciclaje, además no merma su calidad. El negocio de la chatarra genera grandes beneficios.

- Las aleaciones ferrosas son las más fáciles de reciclar, basta un electroimán para separarlas.

- El reciclado de lo metales no magnéticos también es rentable, como el cobre que no está mezclado con nada salvo el plástico aislante.
- El plomo y el estaño se reciclan fácilmente por su bajo punto de ebullición.

- La del aluminio es algo más costosa y el obtenido no siempre es de calidad. A pesar de eso su reciclaje constituye un ahorro energético del 95% en comparación con la obtención del mineral bauxita, además de ser menos contaminante.



















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